El enigma del manuscrito Voynich
Libros perdidos y malditos, así como códigos que parecieran indescifrables han formado parte de las historias de ficción más populares. Desde Las Nueve Puertas del Reino de las Sombras en El Club Dumas de Arturo Pérez-Reverte hasta el elusivo Ashmole 782, El Libro de la Vida, en la Trilogía de Todas las Almas de Deborah Harkness. Pero, ¿qué sucede cuando este recurso literario escapa de las páginas de la ficción?
Hace varios años, siguiendo el trabajo de Deborah Harkness (historiadora de la ciencia en la Universidad de Carolina del Sur y escritora de ficción) descubrí la existencia del enigmático manuscrito Voynich. De origen desconocido e interpretación incierta, este volumen ha despertado el interés de académicos y conspiradores por igual debido a su inusual contenido.
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Figura 1. Folio del manuscrito Voynich. |
Sobre su origen
La historia conocida del manuscrito Voynich comienza en el siglo XVI cuando el emperador Rudolph II de Alemania adquirió el volumen por 600 ducados de oro, creyendo que había sido escrito por el científico inglés Roger Bacon en el siglo XIII. La hipótesis más sustentada es que lo adquirió de manos del matemático, astrólogo y ocultista John Dee (de quien en algún momento les contaré), consejero de la Reina Elizabeth I de Inglaterra.
El manuscrito después pasó a manos del químico de la corte, Jacobus Horcicky de Tepenecz (m. 1622). Esto se sabe pues en el folio 1r se encontró la inscripción "Jacobi de Tepenecz" usando luz ultravioleta. Los siguientes dueños fueron el alquimista Georg Baresch y el científico Johannes Marcus Marci. Este último lo entregó al jesuíta Athanasius Kircher en 1666.
Fue hasta 1912 que el manuscrito misterioso reapareció al ser adquirido por Wilfrid M. Voynich, de quien tomaría el nombre, en un colegio jesuíta cerca de Roma. Voynich organizó la exhibición del volumen en varias ocasiones e intentó descifrarlo con ayuda del profesor William Newbold de la Universidad de Pennsylvania.
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Figura 2. Wilfrid M. Voynich. |
En 1961, el coleccionista Hans P. Kraus lo adquirió para finalmente donarlo en 1969 a la Biblioteca Bienecke de la Universidad de Yale donde forma parte de la colección de libros raros y manuscritos.
Lo que lo hace especial
A pesar de que el manuscrito Voynich (también conocido como el MS408) tiene su origen en Europa central, en el siglo XV, lo que lo distingue de otros de la época y localización es que está escrito en un lenguaje inidentificable. Generalmente se describe como un texto mágico o científico donde cada página contiene ilustraciones coloridas sobre diversos temas y texto indescifrable.
Este código mide 22.5 x 16 cm y contiene 102 folios (234 páginas, aproximadamente). De acuerdo a la naturaleza de las imágenes, su contenido se divide en seis secciones principales:
- Botánica: Con ilustraciones de 113 plantas imaginarias o desconocidas.
- Astronomía y astrología: Doce páginas con ilustraciones de símbolos zodiacales (Piscis, Tauro, Sagitario) y cartas astrales con figuras de cuerpos celestes.
- Biología: Con ilustraciones de mujeres desnudas, usualmente con el vientre crecido (embarazo, probablemente), inmersas en fluidos dentro de cápsulas.
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Figura 3. Folios de botánica (i), astronomía y astrología (c) y biología (d). |
- Cosmología: Con nueve medallones cosmológicos que ocupan varios folios.
- Farmacéutica: Con ilustraciones de más de 100 plantas y raíces medicinales.
- Texto: Páginas de texto contínuo, posiblemente recetas, con flores en los márgenes.
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Figura 4. Folios de cosmología (i), farmacéutica (c) y texto (d). |
El aura de misterio que rodea al manuscrito Voynich ha hecho que surjan diversas teorías e interpretaciones desde su redescubrimiento en el siglo XX. Ninguna ha demostrado ser verdadera, al menos hasta ahora. Entre los personajes que han intentado descifrarlo se encuentran los criptólogos de la Segunda Guerra Mundial, William y Elizebeth Friedman, el historiador de arte Erwin Panofsky y un sin número de académicos en áreas desde química y matemáticas, hasta derecho y filosofía. Mientras que algunos consideran que el volumen es tan solo una falsificación o una broma bastante elaborada, otros han teorizado que se trata de un códice con conocimientos ocultos.
Sobre las interpretaciones
De acuerdo a Lisa Fagin Davis, directora ejecutiva de la Academia Medieval de América, la verdad sobre el manuscrito Voynich podría residir bajo tres hipótesis principales: 1) se trata de un texto sin sentido producido como un engaño, 2) es un lenguaje conocido pero cifrado o 3) es un lenguaje desconocido hasta ahora. Entonces, ¿cómo esclarecer el misterio?
La hipótesis de que se trata de una falsificación fabricada por Voynich ha quedado descartada con base en las pruebas de Carbono 14 que ubican su origen en algún momento del siglo XV. Además, la posibilidad que se trate de un engaño producido por algún bromista de la Edad Media ha quedado mayormente descartada de acuerdo a análisis estadísticos como los de Landini (2010) o Montemurro y Zanette (2013). Estos estudios han indicado que el lenguaje utilizado cumple con la Ley de Zipf. La Ley de Zipf de la frecuencia de palabras indica que la palabra más utilizada en un texto aparece el doble de veces que la segunda, el triple que la tercera y así suscesivamente. Esta ley se cumple para todos los lenguajes naturales. Además, estudiaron la distribución, posición y afinidad de palabras y reportaron que también corresponden, aunque con ciertas excepciones, a los patrones observados en las lenguas naturales.
Sobre la hipótesis de que se trata de un lenguaje conocido pero cifrado, un estudio realizado por los computólogos Hauer y Kondrak (2016) resulta interesante. Utilizando herramientas de Inteligencia Artificial, generaron un algortimo capaz de descifrar anagramas de las 380 versiones (diferentes idiomas) de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Al decodificar las primeras 10 páginas del manuscrito, se encontró que el 80% de las palabras parecían estar escritas en hebreo. La primera oración era: "Ella hizo recomendaciones al sacerdote, hombre de la casa, y de mi y personas." A pesar de lo convincente de este estudio, se encuentran dos problemas principales. El primero es que el manuscrito debió haber sido escrito en hebreo antiguo, por lo que la traducción moderna pierde relevancia. El segundo es que el 20% restante que corresponde a lenguajes etimológicamente distantes del hebreo, como malayo, árabe y amhárico. Al igual que éste, han surgido estudios que sugieren que se trata de un texto codificado en árabe, latín, italiano o ¡incluso lenguas mesoamericanas! (Figura 6). Sin embargo, como se esperaría, ninguno ha resultado convincente.
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Figura 6. Folio 100r (a,i), agave atrovirens (b,i), folio 100 (a,d) y opuntia ficus-indica (b,d) (Tucker & Janick, 2017). |
En relación a la tercera posibilidad: que sea un lenguaje hasta hoy desconocido, Cheshire (2019) propuso que se trata de una lengua proto-romance. Esto lo convertiría en un ancestro del español, francés, portugués, italiano y rumano modernos, que se originaron del latín vulgar. Desafortunadamente, su estudio no ha sido aceptado por la comunidad académica. Por otra parte, Lisa Davis ha comentado que es posible que el manuscrito Voynich recopile la tradición oral de algún pueblo sin lenguaje escrito. Esto lo convertiría en una mera transcripción fonética como ha ocurrido con algunas lenguas nativo-Americanas. También es posible que corresponda a la jerga de algún gremio en particular (i.e. gremio de artesanos, médicos, alquimistas, etc.) y que ahora sea tan solo una lengua muerta.
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Figura 7. Folio del manuscrito Voynich. |
El manuscrito Voynich permanece como uno de los mayores misterios en la historia de los códigos y textos antiguos. A pesar del paso del tiempo, el interés por revelar sus secretos no ha disminuido. Cada año, nuevas hipótesis surgen y, aunque algunas parecieran poner punto final al enigma, ninguna lo ha conseguido. Si alguna lo conseguirá, no se sabe ¿Queremos que esto suceda? No lo creo. Parte fundamental de la fama y misticismo del manuscrito Voynich es justamente su renuencia a ser comprendido. Por ahora, su significado es ilimitado; recorriendo sus páginas, cada quien es libre de imaginar su versión de la historia. Pero en el momento que se encuentre la clave, todas esas posibilidades colapsarán en una única opción. No se para ustedes, pero para mi es reconfortante pensar que aun en pleno siglo XXI existe un poco de magia en forma de un libro que nadie ha podido leer. En palabras de Deborah Harkness, el manuscrito Voynich "invita a sus lectores a reunirse en el corazón del misterio."
Puedes consultar el manuscrito Voynich en su versión digitalizada por la Biblioteca Bienecke aquí.
Fuentes:
- Beinecke Rare Book and Manuscript Library. Voynich Manuscript. Disponible en https://beinecke.library.yale.edu/collections/highlights/voynich-manuscript.
- Blumberg, N. Voynich manuscript. Enciclopedia Britannica. Disponible en https://www.britannica.com/topic/Voynich-manuscript
- Cheshire, G. (2019). The Language and Writing System of MS408 (Voynich) Explained. Romance Studies. 37: 30-67. Disponible en https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02639904.2019.1599566
- Davis, L.F. (2019). Why do people keep convincing themselves they've solved this medieval mystery? The Washington Post. Disponible en https://www.washingtonpost.com/outlook/2019/08/14/why-do-people-keep-convincing-themselves-theyve-solved-this-medieval-mystery/
- Hauer, B. & Kondrak G. (2016). Decoding Anagrammed Texts Written in an Unknown Language and Script. Transactions of the Association for Computational Linguistics. 4: 75-86. Disponible en https://www.aclweb.org/anthology/Q16-1006.pdf
- Landini, G. (2010). Evidence of Linguistic Structure in the Voynich Manuscript Using Spectral Analysis. Cryptologia. 25: 275-295. Disponible en https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/0161-110191889932
- Montemurro, M.A. & Zanette, D.H. (2013). Keywords and Co-Occurrence Patterns in the Voynich Manuscript: An Information-Theoretic Analysis. PLoS ONE. 8: e66344. Disponible en https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0066344
- Tucker, A.O. & Janick, J. (2017). Identification of Phytomorphs in the Voynich Codex. Horticultural Reviews. 44. Disponible en https://hort.purdue.edu/newcrop/pdfs/hr44-ch1-phytomorphs.pdf
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